Perdón

Meditaba,
colores verde,
rojo, azul, negro,
eran los que acompañaban al jugar.
Los ojos cerrados y solo quería una cosa,
intentaba buscar un rostro y el que menos lograba
visualizar era ese que deseaba.
Meditaba,
y de pronto un negro intenso,
era el que imperaba.
Con los ojos estando cerrados,
dentro de ese momento fueran presionados,
con otras manos,
cuerpo calmado,
respiración tranquila.
Intentaba lograr ver más lejos,
y entre más intentaba,
mas negro se iba poniendo el panorama.
Agitaba la respiración por momentos,
y logre entender,
que por más que deseara ver ese rostro,
el alma que en ese momento 
viajaba hasta donde estaba,
se negaba a mostrarme.
Se negaba pues al final,
solo tristeza iba a traer,
mientras intentaba buscar calma y paz.
Comprendí que era momento de dejar de buscar,
y dejar donde debe estar el sentimiento,
y más aún comprendí que es momento,
de que perdone,
aún cuando quizás no haya sido perdonada. 
Y recordé lo que aquella pelirroja dijo,
perdonate para que logres avanzar,
pues es momento de caminar.
Camino y nado en este inmenso mundo,
mi alma intenta,
mi cuerpo trabaja,
mi mente procesa,
y mi corazón intenta dejar de sentir.
Pasan los minutos, las horas,
los días, los meses y sigo buscando mi propio perdón.
Me pido perdón por mentirme a mi misma,
por haber pecado sin desearlo y haber amado en todo ese trayecto,
aún cuando pido perdón,
no me arrepiento del sentimiento. 
Y aún te pido perdón...
Elizabeth Cubillo M.

0 comentarios: