¿Cuántas veces?

¿Cuántas veces has amado?
¿Cuántas veces has dicho te amo?
¿Cuántas veces has encontrado el amor?
Que te corresponda y siga ahí para vos.
¿Cuántas veces encontraste un sentimiento real?
Que daría lo que fuera por vos.
¿Cuántas veces me dijiste hasta aquí?
Y seguíamos sin pensar.
¿Cuántas veces simplemente dejaste de luchar por eso que creías verdadero?
Cuando realmente no lo era.
¿Cuántas veces miraste hacía atrás y ya no estaba?
Pues el que creemos indicado y no lo era nunca espera.
¿Cuántas veces te dije te amo sin pensar?
Muchas veces y aún lo sigo sintiendo.
¿Cuántas veces me buscaste sin razón?
No sé, y si tenían explicación nunca lo supe.
¿Cuántas veces me viste reflejada en otras personas?
Igual no sé, pero e tratado de encontrar algo en otras,
y no podre nunca comparar.
¿Cuántas veces miraste aquel camino que nos separo?
Sigo sin saber respuestas, pero siempre estuve ahí,
inocentemente o ingenuamente, pero ahí me encontraba,
con una poca de esperanza.
Pero ahora es tiempo de partir de ese camino, 
y cuando vuelvas a mirara, ya no me encontraras,
es tiempo de afrontar realidades.
¿Cuántas veces he dicho esto? 
Muchas, pero ya no quiero sufrir,
esperando a que sucedan cosas,
que en el fondo sé que nunca sucederán,
así te ame hasta el fin de mis días. 
Elizabeth Cubillo M.

Enredos de corazón

¿Cómo arrancar ese sentimiento?
Años pasan y sigo sintiéndome débil,
ante lo que sea que digas o hagas,
no dejo ir algunos sentimientos.
Gente viene,
posibles conquistas, amores, aventuras,
y sigo pensándote como loca,
loca por vos,
por eso que eres,
por eso que significas,
con virtudes y defectos.
Muchas veces te dije que te regalaba mi corazón,
ese que sigue tan lleno de ti,
así hoy hayas cambiado desde sus inicios.
Dejarte ir, 
porque como reitere en algún momento,
cuando amas, dejas ir a ese ser amado,
para que sea feliz,
¿pero y mí felicidad?
¿dónde la deje cuando te deje ir?
Cuándo aún hoy sigo pensando muy dentro que eres esa felicidad,
mí felicidad,
quizás una idiotez, pero sigo amándote. 
Elizabeth Cubillo M.

Vino

Vino,
era la bebida perfecta para una noche,
esa en la que trataba incansablemente de olvidarte,
como muchas otras noches.
Vino, 
siempre traía preguntas, 
que simplemente no tenían respuesta.
Vino y cigarros,
como tratar de olvidar,
cuando simplemente te rehúsas a olvidar,
junto con una nube de humo,
que reflejaban las horas de intentar,
y recuerdos traían con cada aspirada.
Vino,
mientras escuchaba su voz, tan dulce,
tan embriagante al momento.
Vino,
sigamos bebiendo,
que esta noche una vez más tratare de olvidarte.

Elizabeth Cubillo M.

Locos todos

En algún momento pensé
que era una persona demasiado loca,
pero reflexione,
y me di cuenta de que más que eso,
tenía muchas cosas que hacia latiera más el corazón.
Cariño, ternura, sinceridad y muchas otras cosas.
Pero lo más importante fue que me comprendía,
cuando lo hacía, buscaba una manera para lograrlo,
aún hoy sigue tratando de comprenderme.
Su locura,
era un valor agregado,
que para algunos era algo diferente,
para mí,
era lo que más me gustaba,
lo que más atraía,
lo que más amaba de. 
Elizabeth Cubillo M.

Sonrisas

Sonrisas,
hoy era el día lleno de ellas.
Girasoles seguían al sol
y yo le hacía segunda,
todo iluminaba tan agradable,
sentir ese calor en el rostro
y el cuerpo entero,
junto con el viento frío del día,
que hacía fuera más placentero,
es grato tener ese momento de positivismo,
que llena lo que eres,
lo que sueñas.
Hoy el mundo estaba en mis manos,
nada podía salir mal.
La música acompaño,
siendo mi mejor amiga y consejera,
todo siguió fluyendo mejor,
la sombra de los árboles era ideal al caminar,
una droga natura,
sin necesidad de buscar muy lejos,
de los pequeños detalles de la vida.
Hoy era un buen día,
para volar entre el camino e imaginar lo que fuera,
simplemente era felicidad,
lo que recorrían las venas.
Hoy era invencible. 
Elizabeth  Cubillo M.

Susurrar

Correr hasta donde estés,
mi corazón late fuerte
junto con una respiración agitada,
queriendo detener el tiempo,
para poder retenerte más tiempo entre mis brazos,
dándote todo lo que soy,
lo que quiero ser.
Guardando esas palabras,
que pueden ser tan pesadas para unos,
pero a su vez tan marcadas en la simplicidad del sentimiento.
Mi alma se desprende de mí,
cada vez que puede, 
para visitarte,
y susurrarte al oído mientras duermes.
Esta noche quiero ser tu sueño,
ese que te haga las noches 
placenteras y llenas de calor.
Elizabeth Cubillo M

Enloquecer

Desearía simplemente correr,
dejar de creer.
Creer que en la vida
debes luchar por lo que quieres,
cuando eso quizás esta lejos de tu destino. 
Aunque ¿qué es el destino realmente?
Si igual te dejo en el pasado, 
sin un deseo de luchar.
Pasado,
simplemente ya no existe,
dejando una brecha en el corazón,
que en teoría debería sanar.
Sanar,
volver a levantarse,
correr y volver a enamorarse,
pero que tan complejo puede ser.
Complejo,
es olvidarte, tras mucho tiempo de haber terminado
esa historia, eso que creía era eterno. 
Eterno,
nada lo es, 
saber que me amas en silencio,
que te lo guardas tan adentro, 
atrapándolo con dedos, uñas y quizás dientes.
Amor,
ese sentimiento indescriptible, 
que aún hoy hace sentir mariposas en el estomago,
donde las nubes siguen siendo blancas
y los castillos se pueden construir en ellas,
donde lo imposible
se convierte en posible.
Tú,
ese corazón grande, 
ese humor negro,
esa ternura y comprensión que me matan,
deseando ser lo último en lo que piensas, 
cuando sigues en mis oraciones de fin de día.
Fin,
un amor que nunca imagine fuera fuerte y duradero,
por lo menos de este lado y no tiene un final feliz.
Amor,
eso que no dejas fluir,
y en mi quiere explotar como un volcán y lograr hacerte feliz.
Enloquecer,
ver que logras amar,
que dices amarme,
y seguir enloquecida por vos.
Elizabeth Cubillo M.

Búsqueda de letras

Letras tenía y en ellas sueños a seguir.
Letras perdí,
con un latir intenso de aquel amor.
Letras encontré,
y junto a ellas una esperanza.
Letras vienen y van,
y yo sigo acá.
Esperando estrellar con letras,
que hagan llenar no sólo esas hojas,
si no también,
al alma deseosa de una historia. 
Elizabeth Cubillo M.

Cama

Será que hoy vienes a acompañarme. 
Que mi cama deja se sentirse sola y fría.
Será malo piense de esa manera.
El quererte junto a mí,
con aquella calidez con la que te recuerdo
en las noches de frío,
esas en las que más te pienso y siento junto a mí.
Hoy quiero tenerte en mi cama,
que mi cuerpo sea tu abrigo,
que mi corazón que late rápido,
sea tu delirio,
y mi amor el que pierda la razón
en un simple y tierno sentimiento.
Elizabeth Cubillo M.

Marcar

Quiero perderme en tu piel,
perder mis sentidos contra tu cuerpo.
Tener tu olor en mi,
llenar mis oídos con tu voz,
escuchar tu respirar,
tocar la desnudez que la oscuridad abriga,
mirar la silueta que la luna ilumina,
que hace me pierda entre cada pensamiento y movimiento.
Saborear tu boca, 
recorrer cada musculo con aquel delicado paladar
llenarme de ti con cada uno de los sentidos. 
Teniendo como objeto,
encontrar ese ardor, 
que hace te ame más.
Elizabeth Cubillo M.

Febrero

Hoy inicia otro febrero,
que se marca con el frío de la soledad,
que abriga mis días y llena de hielo al corazón, 
dejando de sentir su calor,
de aquel cuerpo que daba calidez.
Otro febrero,
sin la comprensión de aquel amor que le motivaba a latir fuertemente.
Otro febrero, 
donde el recuerdo termina siendo el flechazo 
que sigue matando al corazón, 
la voluntad del alma,
y llenándole con aquel que le vuelve atormentar otro febrero,
que lleva su nombre a cada rincón donde trata de olvidarle.

Elizabeth Cubillo M.

Sueños y respiración

Cierra los ojos,
mira colores entre la oscuridad.
Verde, rojo, amarillo, azul,
todos alegres,
así logras calmar el alma,
dejare que fluya entre la imaginación,
que luego viene con un poco de hojas de árboles,
sin ninguna explicación.
Mismas que atraviesas mientras el alma sigue buscando su camino.
Ese camino ideal,
complejo mientras lo va atravesando,
con esa misma esperanza,
verte mientras camina.
Logra encontrar un poco de luz
que venía acompañado de un cielo azul,
sin comprender como la imaginación pudo lograr tanto.
Respiración controlada,
ojos cerrados.
El alma en un momento así,
logra cosas inimaginables,
de esas que nadie te puede contar
o bien explicar,
porque es lo que llevas dentro,
lo que quieres manejar y sobrellevar al gusto.
Verde, rojo, amarillo, azul,
siempre los colores que piensa,
cuando esta alma quiere buscarte
en lo más profundo del pensamiento 
y quizás del corazón.
Un viaje entretenido,
mientras sueñas,
entre dormido y despierto.
Cierra los ojos,
y disfruta de lo que sueñas.
Elizabeth Cubillo M.