Llamadas

Pude haber imaginado que eras vos,
tras aquella llamada.
¿Y no tenía cómo saber? 
Si tras cada palabra que decía habitaba un silencio.
Mi corazón se aceleraba,
al imaginar que posiblemente fueras vos.
Mi respiración se agito ligero luego de colgar.
Solo pensaba,
que era aquella dulce vos.
Pero quizás era simple paranoia,
tras la verdadera esperanza que tenía.
Pero ¿cómo saber?
Te extraño y no sé porque estos días más.
Aún muy a pesar de todo,
de tener el teléfono en las manos,
me rehusó hacer esa llamada,
respetando aquel diciembre,
aquello que pediste. 
No muy en el fondo deseaba fueras vos,
tras aquella llamada,
mas luego simplemente, un deseo,
que al final,
termina siendo eso,
un deseo que se no pasara.
Elizabeth Cubillo M.

Paseo por el prado

Para que extrañar,
si solo trae dolor, 
recuerdos que ya no valen.
Para que llorar,
si las lagrimas, no te regresaran,
en cambio dejan al cuerpo seco,
perdiendo la paz,
la poca karma del alma.
Cierro los y te sigo sin querer,
aquel recuerdo aún sigue vivo.
Pero ¿para qué extrañar?
Si te volviste un extraño a donde voy,
ya no hay un camino,
solamente un corazón que divaga entre pensamientos,
de un pasado y la esperanza de un presente,
que busca un motivo para buscar un camino.
Pero por el momento ir por el prado,
sin una ruta, parece entretenido.
Te seguiré extrañando,
en este paseo,
pero ya no con tanto dolor.
Aún amándote,
voy caminando creyendo estas mejor.
Te amo y ayer te solté,
para que fuera feliz,
dejando de ser egoísta.
El amor no siempre es recibir y dar,
también esta el sacrificar,
para intentar olvidar. 
Elizabeth Cubillo M.

Desearía

Desearía,
despertar las mañanas con vos,
ser ese primer pensamiento cuando abres los ojos,
y el último cuando los cierras.
Desearía,
me recordaras como el primer amor,
el que todo lo podía.
Desearía,
no me olvidaras y no me odiaras,
que yo no te olvido.
Desearía,
no seguir deseando y tenerte junto a mi.
No había tiempo perdido,
el tiempo en cambio,
siempre deseaba se detuviera para amarte mas.
Desearía,
retroceder mi reloj,
para dejar de desear y tenerte junto a mí.
Desearía,
seguir sintiéndome orgullosa,
dichosa de tenerte,
y saber que me envolvía un ser dulce,
con la vitalidad que siempre tenías,
con aquel encanto y el sentimiento tan puro.
Desearía,
no haberte roto el corazón y aún me amaras,
como yo aún te amo. 
Elizabeth Cubillo M. 

Obsesión

Mi talón de Aquiles,
el sueños que llenaba en las noches,
la debilidad del corazón.
Amar a pesar del tiempo,
es lo que llena el corazón,
la que invade al pensamiento.
Cuando los recuerdos vienen,
no comprendo como regresar,
pues muchas puertas camine para alejarme.
¿Cómo intentar regresar?
o simplemente caminar.
Los fantasmas visitan constantemente,
el tormento es inevitable,
asechado por la misma obsesión.
Mi obsesión de no liberar,
de no querer caminar,
de no intentar soñar.
Elizabeth Cubillo M.


Un año

Hace un año para estas fechas,
todos los días fueron un regalo diferente,
catorce cosas que tenían un poco de mi corazón,
que tenían un sentimiento único,
intentando te enamoraras todos los días más.
Un año luego,
mis letras siguen siendo para vos,
pero hoy ya no con una idea loca,
en busca de enamorarte.
Sigo loca por vos,
aún un año luego,
pero mis versos intentan escapar,
escapar de ese sentimiento.
Quiero seguir amándote,
pero hoy sin remedio,
llorare en silencio cuando vea 
que es un año sin vos,
un año sin tu amor,
un año sin ese ser extraordinario,
un año donde el corazón se rompe con el pasar del tiempo,
un año donde cada lagrima marcara el olvido,
un año donde te extrañare e intentare no amarte.
Me duele el corazón,
e intentare estos sean mis últimos versos para vos.
Te ame, te amo,
y mañana, ya no sé que pasara. 
Elizabeth Cubillo M.

Bailba

Bailaba sintiendo cada melodía en el cuerpo,
bailaba recordando,
que aquellas notas eran tus preferidas,
bailaba y el recuerdo te traían nuevamente,
entre aquel gentío. 
Sonreía sin razón,
al moverme y recordarte.
Con cada movimiento me enamoraba más.
La noche, la música y en ese momento,
te pensaba más.
Deseando verte cerca,
sonreír a tu lado.
Cerraba los ojos y me desconectaba del mundo,
para conectarme con tu mundo,
con melodías, notas y un sentimiento.
Te amo y sigo tras esas música,
que conectaba lo que siento por vos.
Dejemos de pensar,
dejemos que ese sentimiento nos guíe,
dejemos los pecados o pequemos al mismo son.
Ven que te extraño y piérdete conmigo,
que yo solo quiero estar contigo. 
Que con o sin música, 
sigo enamorada de vos. 
Elizabeth Cubillo M.

Mirando Girasoles

Mirando girasoles,
el viento era mi amiga de la tarde y compañera,
tirada en el pasto,
pensando en vos.
En aquel te quiero,
que evoluciono con ese te amo,
que muy a pesar de todo,
se dio sin una mala intención.
Ráfagas de viento,
alborotaban mi cabello sin sentido,
y sin ese sentir que falta en estas fechas.
Mirando girasoles triste,
al ver que junto a mi falta ese girasol,
que iluminaba mis días,
mi camino, 
lo que soy,
llenando a este corazón.
Mirando girasoles con lagrimas,
hoy sigo aquel recuerdo como los girasoles siguen al sol.
Persigo al sol,
buscándote, intentando encontrar una poca de amor. 
Elizabeth Cubillo M.

Mi barco

Mi barco perdió su rumbo, 
tras la tormenta.
Huía, 
si lo hacia con deseo,
para no volver ha aquella tierra,
que sólo tristeza traía consigo.
No tenía paz,
ni consuelo,
solo amor para olvidar.
Ya no habían lagrimas,
el océano le rodeaba y el silencio,
pero aún no llegaba la paz,
esa que el interior necesitaba.
Mi barco perdió su rumbo,
perdió el alma cuando viajaba,
perdió la razón cuando intentaba escapar,
perdió el corazón cuando ya no estabas.
Mi barco perdió su rumbo,
y el mar era la fiel compañera,
en un tormento que hacía muriera de sed.
Las estrellas le traían recuerdos,
de la tierra que tanto amaba,
y ella simplemente ya no le recordaba.
La tormenta azotaba,
y el navegante clamaba por muerte,
pero su pecado,
se pagaba con recordar,
no dejar de amar,
y no morir al intentar olvidar.
Elizabeth Cubillo M.

Cause

Pedí perdón,
y muy a pesar de eso,
en mi consciencia está el que no lo merezco.
Como el agua destruye a su paso
cuando pierde su cause,
así fue mi camino,
destruyendo sentimientos mientras
mas llenó se encontraba.
Te ame como ese río pero llenó de amor,
hice perdieras el cause que la naturaleza te dio.
Mi tortura,
mi tormento,
mi pecado,
escarbar y hacerlo más grande.
Pido perdón todas las noches,
pero sigue oscuro este frío camino,
y aún con oscuridad,
mi corazón sigue llamándote,
sigue sintiéndote, 
y mientras, intento encontrar aquel perdón,
aquella luz que en sueños se perdió mientras duermo.
Y muy a pesar de todo sigo soñando con vos,
entre sueños confusos buscando el amor y el perdón.
Elizabeth Cubillo M. 

Entender

Entenderé que no tienes tiempo para recordarme,
menos para amarme u odiarme.
Pero en cambio, 
yo te pienso a cada instante sin razón,
te sigo amando,
y luego me termino odiando.
Intentando darme consuelo,
intentando no buscarte.
Evitando cosas similares,
evitando no recaer en las rodillas que siguen heridas,
evitando no sufrir.
Te busco y me lleno de tristeza,
porque muy a pesar de que te ame,
mi tiempo en ese corazón ya paso,
aún cuando en el mío deja huellas aún.
Entenderé que debo olvidarte,
pero mi corazón sigue sin entender,
por eso la razón esta vuelta loca,
por no comprender lo que ya no es. 
Elizabeth Cubillo M. 

Pedazos del corazón

Intentaba, realmente lo hacía,
era la más linda y tierna.
Me enamoraba más cuando le sacaba aquella sonrisa.
Me esmeraba para que todo fuera perfecto,
para volver a sentir aquel sentimiento,
para llenar el corazón con eso que me encantaba.
Intentaba, darle lo mejor de mi,
alimentar cada día con amor,
comprensión, cariño y atención.
Al final el egoísmo por sentir un sentimiento,
mató lentamente cada esfuerzo, momento, la amistad,
mató ese amor que me arrullaba día a día. 
Perdiendo a ese ser increíble,
en quien creo tiene el mundo a sus pies,
ese al que le regale otra parte de mi corazón,
que de a pocos va quedando pequeño con cada amor.
Elizabeth Cubillo M. 

Pecados al olvido

Escribiendo letras al vació,
pues así está el corazón. 
Seco y egoísta,
pero que hacerle para dejar de ser así.
Otro amor que se va,
deseando otra fuera la historia,
pero al final ¿qué somos?
Solos venimos a este mundo,
y solos nos vamos.
Solamente los recuerdos que el alma guarde,
pero son olvidados con el tiempo.
Caminar para llevar recuerdos
que irónico es el asunto, pues al final olvidamos.
Olvidando lo que fuimos para no regresar a ese tiempo.
Olvidar para no volver a nacer en eso que fuimos,
y no volver a cometer los mismos pecados.
Pues mi pecado ha sido amar a quien no debo,
tratando de arrancar un corazón que sigue con el sentimiento,
perseguida por un pasado sin retorno,
que quizás quede en el olvido cuando este cuerpo quede entre tierra.
Elizabeth Cubillo M.

Inviernos

Llovió demasiado desde aquel momento,
muchos inviernos pasaron desde su partida,
y ya no recordaba que era amar.
El rey regresaba a su hogar,
encontrando destrozos a su paso.
No dejaba de llover,
y aún con el tiempo que paso,
aquel rey era dueño del corazón.
Miraba al pasado y veía aquel camino
que a pesar del sombrío de los tiempos,
recordaba las cosas buenas.
Nunca dejó de amar,
aquel sentimiento simplemente cambio.
Las almas se volvieron a encontrar,
con una armonía diferente,
un amor que iba de la mano de la amistad.
El ciclón ya había hecho de las suyas,
ya el daño había pasado.
Dejó de llover,
y ahora el sol iluminaba el camino,
que iba de una mejor manera,
moviendo sentimientos a su paso. 
¿Volver a amarle con aquella intensidad?
Solo tiempo lo irá guiando o alejando.
Pero muy lejos de todos los caminos,
de la tristeza, de los cambios,
se que ese rey siempre será dueño de este corazón,
que latió fuerte por él,
al haber sido el primer amor.
Elizabeth Cubillo M.

Raíces

El reloj simplemente se detuvo,
aquel momento hizo las palabras no bastaran,
que el amor fuera insignificante.
Cada palabra iba destrozando las esperanzas,
el deseo de un futuro,
ese amor que iba creciendo se iba destrozando.
Fue el detonante para que el odio imperar en el corazón.
Ya no había marcha atrás.
Una vez más, nunca sería para siempre,
aquella planta iba a morir en algún momento,
solo que sus raíces iban muriendo lentamente.
Por más que forzaba el camino fuera el mismo para ambos,
desde el inicio se sabía que íbamos a tomar caminos distintos.
El latir iba a cambiar en algún momento,
y los sentimiento como aquella planta iban a desvanecer,
entre tierra,
misma que se perdería con otra, 
para intentar dar vida una vez más.
Pero perdida aún en este momento,
mis raíces siguen teniendo vida y en ella perdura ese cálido amor,
que destroza el alma que sigue buscando paz entre tanto tormento. 
Mi alma camina por ese sendero que va lejos de tuyo,
pero loca y sin deseo, sigue buscándote,
intentando sembrar esa raíz para no dejarte en el pasado,
y no morir en el olvido. 
Porqué aún te sigue amando. 
Elizabeth Cubillo M.




Amar para dejar de amar

Amar para dejar de amar,
sentir y dejar de sentir,
sanar y luego olvidar.
Dejando trozos del corazón,
por donde va.
Pretendiendo luchar contra la pasión,
esa que es dueña de lo que llevó dentro.
Mi tormento, razón y amor,
que hace derrame lagrimas.
¿Cuál es el interruptor para apagar sentimientos?
Los colores se fueron desvaneciendo para dejar de amar,
aún mirando en el interior,
en lo profundo sigue ese amor,
que empuja desesperadamente al olvido.
Amar para luego olvidar,
que tan enfermizo cuando se logra amar.
Ayer ame, 
hoy te ame,
mañana te  olvidare. 
 Elizabeth Cubillo M.

Inevitable

Algunas cosas son inevitables,
algunos momentos son imposibles de olvidar,
algunos sentimientos son complicados.
Realmente intento dejarte ir,
todos los días lo procuro hacer.
Días complicados donde simplemente no dejó de pensarte,
otros donde realmente no le das mente a las cosas,
y el tiempo transcurre sin problema.
El tiempo es traicionero cuando intento olvidarte,
cuando por más que intento cansada,
me veo llorando entre la luz de la luna,
entre la oscuridad de las cobijas.
¿Querer olvidarte?
Muchas veces me lo pregunto,
si realmente quiero eso,
pero es más el dolor que impera en el corazón,
y hace trate de olvidarte, 
aún cuando no quiero dejarte ir. 
Elizabeth Cubillo M.

Corriendo

Era ese momento tan inesperado,
me encontré indefensa ante algo que era inevitable,
no sabía si salir huyendo de la situación,
o salir corriendo a buscarte.
El corazón latía con rapidez,
temiendo por lo que pasara,
sin sentido todo en ese momento.
Te busque entre aquel edificio intentando encontrarte,
mi corazón se volvió valiente y tenía deseo de verte.
Buscándote entre aquel gentío,
re buscando aquel sentimiento que en algún momento nos unió.
Ese al final, no era el día para volverte a tener en mi camino,
en cambio siguió perdiéndote a cada paso que daba.
Ese no era el momento esperado,
pues el corazón seguía débil,
seguía amando,
y hubiera sido doloroso encontrarte,
cuando aún corro del pasado. 
Elizabeth Cubillo M.

Huellas del Pasado


Por más que el presente trata de dejar un pasado,
¿cómo dejarle atrás?
Aún cuando el presente trae su recuerdo,
cuando menos lo espero,
siendo cuando más siento,
al tratar de no recordar y dejarle ir.
Amar y olvidar,
combinación de dolor que alberga mi corazón.
Dejando mi alma a la intemperie,
donde la razón intenta curar las heridas,
e intenta razonar con el corazón,
para que ambos encuentren una armonía,
y logren sanar en conjunto.
Por más que el presente trata de dejar un pasado,
mi corazón aún bombea en cada vena tu amor.
Intenta dejar de sentir atormentado corazón,
y que el camino se encargue de borrar las huellas del pasado.
Elizabeth Cubillo M.