No había razón

No había una razón,
no había un indicio.
Ya no recuerdo como paso pero sólo paso. 
Algunas veces no entiendes como pasan las cosas.
No había una razón,
y me perdí.
No había una razón,
y no quería perderte.
Cuando sientes algo fuerte es tan complicado querer perderle.
No había razón
y me vi envuelta en una tormenta sin control.
No había razón,
y encontré eso que me daba razones para sentir,
para perderme en un sentimiento.
No había razón,
y termine matando lo que sentías. 
Intente alejarme,
intentamos alejarnos,
pero recaía,
porque muy a pesar de todo te ame.
No había razón,
y sabía todo llegaría a un final.
No había razón,
y sabía me dolería tanto como a vos.
No había razón,
y aún no tengo respuesta a tus preguntas.
No había razón,
me enamore sin comprender.
No había razón,
sólo un egoísta corazón.
Elizabeth Cubillo M.

Dejar

Una presión había en el pecho.
Una presión de sentimientos.
Una presión de pensamientos.
Entre más intentaba dejarte ir,
entre más intentaba olvidarte,
más te metías en mis pensamientos,
en mi corazón.
Se que hice mal,
pero entre más tiempo pasaba,
más me encantabas,
más me enamoraba.
Soy pecadora,
y pido perdón,
aún cuando no creo merecerlo.
Una vez más llega ese deseo de desaparecer,
desaparecer entre lagrimas,
desaparecer entre dolor,
desaparecer para dejar de amar, 
dejar de pensar,
dejar de sentir,
dejar lo que la razón necesita
y el corazón no deja de sentir.
Elizabeth Cubillo M. 

No se muere de amor

No se muere de amor,
pero duele tanto que llegas a sentir esa agonía.
No se muere de amor,
pero sientes que el alma pierde un pedazo cada vez que ama.
No se muere de amor,
pero duele tanto saber que pierdes eso tan preciado.
No se muere de amor,
y se siente el pecho pesado.
No se muere de amor,
pero muero poco a poco y muy dentro del ser.
No se muere de amor,
pero no quiero soltarte, aún sabiendo está mal.
No se muere de amor,
pero lloro sin consuelo cuando te perdí.
No se muere de amor,
pero ya no estoy en este cuerpo, 
mi pensamiento, mi alma viajan lejos, 
tratando de contestar preguntas.
No se muere de amor,
pero ya te perdí. 
No se muere de amor,
pero los parpados pesan.
No se muere de amor,
pero duele como si no hubiera remedio.
Elizabeth Cubillo M.

Mi pecado

Mi pecado fue querer más,
querer sentirte más,
querer ser feliz con una ilusión.
Mi pecado fue abrir el corazón si querer,
queriendo sentir nuevamente,
queriendo soñar.
Mi pecado fue no decirte la verdad,
queriendo conocieras la realidad,
queriendo te adueñaras mejor de este corazón,
sabiendo eso no iba a pasar.
Mi pecado fue adueñarme de tu corazón,
siendo egoísta, 
sin medir el daño que te hacia.
Mi pecado fue haberte encontrado en una época diferente,
mi pecado fue perderme entre sentimientos,
mi pecado fue ser pecador y estar en esta piel.
Mi pecado fue no entender que la realidad es diferente,
que por más que sienta siempre será pecado,
siempre heriré.
Mi pecado, hoy hace derrame lagrimas,
hace que te busque donde no estás,
hace trate todas las noches de olvidarte.
Mi pecado, hace que por más que intente dejar de pensarte siga pensándote. 
Mi pecado es aún amarte.
Elizabeth Cubillo M. 

Despertando

Despertar se vuelve difícil,
se vuelve frío.
Recordar que llegamos solos 
y solos nos vamos.
Despertar de un sentimiento,
recordando que ya no estás
que el corazón tiene un vacío.
Despertar de un sueño, 
recordando que el alma está
vuelta loca por tu ausencia.
Despertar del alma,
que busca sin comprender, 
buscando a su semejante, 
buscando a quien le complemente,
buscando la calidez de ese corazón que fue suyo.
Despertar,
sabiendo que el alma, el corazón y la razón
sufren con tu perdida y con la ausencia de quien se amo.
Despertar no había sido tan difícil,
aún cuando en sueños exíste una armonía, 
existe un sentimiento y te encuentro en ellos.
Despierto y ya no estás,
despertar ahora duele.

Elizabeth Cubillo M.

Colorear

Encontré colores para pintar.
Encontré música para caminar.
Te encontré a vos para soñar.
Será que dejo de soñar para encontrarte en mi realidad.
Deja que el día ilumine y 
la noche abrigue eso que con cariño ha crecido.
Huecos, caídas pero que camino no es complicado.
Quiero que me acompañes en el camino
y que seas quien me tome de la mano
y quien me acompañe al final.
No te quiero soltar y al final, 
sólo quiero pintar,
sí, pintarte una sonrisa 
y saber que mi corazón nada 
con ese sentimiento que haces florecer en mi.
Elizabeth Cubillo M.

Duele

Duele pensar que realmente te perdí,
duele pensar que el corazón está lleno de vos,
duele no saber de vos,
duele sentirte a cada instante,
duele cada lagrima que recuerda que ya no estás.
Duele cada pensamiento preguntándome si me odias.
Duele cada respiro,
duele cada sueño,
duele no estar con vos.
Duele cada canción que sin querer tiene una letra significativa,
mis oídos extrañan esa dulce y tierna vos.
Duele preguntarme que haces,
pues no tiene respuesta alguna.
Duele saber que no debo buscarte.
Aún más duele saber que te herí y te perdí.
Elizabeth Cubillo M.

Días

Le sentía en las venas,
le pensaba a cada instante.
Si cuando estaba era una razón para despertar,
hoy es la razón para no querer despertar.
Desearía sólo poder soñar, 
regresar al pasado y mejorar.
Desearía poder ser lo que no soy,
desearía poder seguir ahí para vos.
Desearía poder amarte como es debido.
Lamento haberte hecho daño,
pues a quien menos quería le herí.
Las mañanas se vuelven eternas,
extraño despertarme y no escucharte,
las tardes insoportables,
ya no estás para decirte hola, 
o compartirte algo nuevo.
y las noches una total agonía,
extraño arrullarme,
peliarme con vos por cualquier estupidez,
decirte cuanto te amo,
dormirme sabiendo que sin importar que
tu corazón era mio en ese instante.
Te extraño,
y eso hace daño. 
Elizabeth Cubillo M.

Marcha Atrás

Ya no había marcha atrás, 
cuando me perdí en el camino.
Me perdí cuando te encontré, 
cálido, dulce, tierno y fuerte corazón.
Ya no había marcha atrás,
cuando me perdí en el camino.
Me perdí entre palabras,
entre sentimientos.
Ya no había marcha atrás,
cuando me perdí en el camino.
Me perdí entre tus ojos, 
entre pensamientos. 
Ya no había marcha atrás,
cuando me vi llorando por tu ausencia.
Ya no había marcha atrás,
cuando me vi tratando de matar un sentimiento.
Ya no había marcha atrás,
cuando logre herirte,
aún cuando era lo último que deseaba. 
Ya no hay vuelta de hoja,
y sufro al saber que derramas lagrimas.
Ya no hay marcha atrás,
ahora sólo un nuevo comienzo,
ahora si ti. 
Elizabeth Cubillo M. 

No pido

No pido el cielo,
no pido las estrellas,
sólo pido me ames un poco más.
No pido razones,
no pido respuestas,
sólo pido te pierdas conmigo en sueños.
No pido me busques,
no pido busques un camino,
sólo pido que huyas conmigo. 
No pido hables,
no pido duermas,
sólo pido me abraces sin decir nada.
No pido el cielo,
no pido las estrellas,
sólo pido el secreto para olvidarte. 
Elizabeth Cubillo M.

Frío

Frío, 
la noche caía y con ella frío.
Frío,
que iba recorriendo la habitación.
Frío,
que iba recorriendo los cuerpos.
Frío,
que iba llegando al sueño,
el sueño que me acompañaba esa noche.
Frío,
el corazón que dejaba de latir.
Frío,
iba quedando el pensamiento, 
que marcaba una historia.
Frío,
y sin sentimientos.
Frío,
iba recorriendo la habitación,
cuando le corazón perdió su rumbo. 
Elizabeth Cubillo M. 

Mi cabeza tiene un remolino de pensamientos

Bajo este manto de estrellas,
¿dónde encontrare quien me robe el corazón?,
cuando ya me lo robaste.
Preguntándome dónde estarás.
Mi cabeza tiene un remolino de pensamientos,
donde la razón intenta rebuscar entre sentimientos. 
Buscar, 
difícil cuando ya no sé donde le dejaste.
Lágrimas y un vacío en el pecho.
Buscar,
difícil y aún más cuando el odio impera en tu corazón. 
Mi cabeza tiene un remolino de pensamientos,
donde la razón ignorante viaja en busca del alma.
Alma que entre sueños y una lluvia de estrellas,
se pierde sin control.
Mi cabeza tiene un remolino de pensamientos,
donde la razón encuentra el alma pero no al camino.
El camino se perdió cuando te fuiste de mi lado.
Mi cabeza tiene un remolino de pensamientos,
donde la razón deja de luchar contra un sentimiento,
para buscar un nuevo camino donde ya no estás.
Mi cabeza tiene un remolino de pensamientos,
donde la razón aún sigue amándote junto al corazón. 
Elizabeth Cubillo M.

Recuerdo

Aún cuando ya no estás,
te busco en mi cama y recuerdo.
Recuerdo como respirabas fuerte,
como me regañabas cuando no estaba cerca en la cama.
Recuerdo como te abrazaba contra mi cuerpo,
como el olor de tu cuerpo se penetraba en mí.
Recuerdo que te dormías rápido
y pasaba tiempo escuchándote dormir entre la oscuridad.
Recuerdo que me decías "vení" aún cuando trabajaba hasta tarde.
Recuerdo que eran mis mejores noches.
Recuerdo que me enamoraba todas las noches,
sin importar si era una buena o una mala.
Recuerdo que ya no estás. 
Elizabeth Cubillo M.

Explotar

Se partía el corazón mientras más te sentía,
evitando no explotar en tristeza.
Mi cabeza estallara de pensarte,
mi piel arderá,
mi cama quedara en cenizas luego de alcanzar el sueño
que la realidad no logro.
Mi alma se perderá buscándote, 
entre vidas que no logran 
guardar un recuerdo.
Ayer te ame, hoy te pensé 
y en este momento trato de correr al olvido,
olvido que no logro porque el corazón te sigue amando.
Elizabeth Cubillo M. 

Lento olvido

Retorcía cada pensamiento,
cada sentimiento,
el alma huía de esa persecución.
Cómo líberarle,
cuando más impregnado está en la piel,
el corazón y en el pensamiento.
Cada pensamiento tiene una razón,
buscando siempre esa respuesta,
que aún no llega a tener respuesta.
Cómo lograr amar sin herir,
cómo olvidar sin salir herido.
Cómo dejar que el camino siga,
cuando aún te tengo tan presente,
cuando mi corazón aún dice, siente y respira tu nombre.
Cómo arrancar este sentimiento,
que me dejó sonrisas y un buen sabor.
Liberamé razón, 
para que el corazón deje de sentir. 
Elizabeth Cubillo M.

Pasos de pérdida

Cuando menos lo esperaba, 
ahí en aquella puerta.
Todo era posible,
el corazón palpitaba rápidamente,
sólo deseaba desaparecer.
Pero una fuerza hacía que no moviese nada.
Sólo pensamientos, 
sólo lagrimas rodeando.
La falta de aire,
la falta de deseo.
El alma moría con cada paso que daba,
aquellos ojos penetrados sobre los míos.
Sólo deseaba escapar,
dejar de sentir,
dejar de pensarte. 
Matar el sentimiento y tirarte al olvido. 
Elizabeth Cubillo M.

Otoño

Desperté.
Una vez más en esta tierra buscando sentimientos.
El otoño inicia y con el llega ese sentimiento
que muy en el fondo buscaba
y que al final termino encontrándome.
Aquellos ojos negro y grandes, su piel canela y aquellos hoyuelos
que simplemente me volvían loca.
Cómo resistirme,
cuando la carne atrae y soy pecadora.
Como las hojas de la época hacía me perdiera entre encanto y belleza.
Paseos entre los árboles, 
entre sus brazos, su cuerpo, su calidez,
desatando un deseo sobre mi piel,
deseando más.
Pero como toda temporada el otoño llega a su fin.
Y con el te me escapas, tras una ráfaga de viento, 
que al final sólo me deja un sin sabor,
y unas pocas hojas secas que traen recuerdos.
Seco va quedando el corazón que llora con tu ausencia,
que sufre con la perdida,
dejando las lágrimas se pierdan entre la temporada.
Un vacío corazón que siempre te busca en otoño,
con una poca de esperanza y gritando tu nombre al viento,
esperando respuesta alguna. 
¿A dónde te llevó el otoño?
Que ya no te encuentro amor. 
Elizabeth Cubillo M. 

Egoísmo

¡El amor es eterno!
Era esa pequeña mentira que la razón le daba al corazón,
engañándole para lograr sentir satisfacción de un sentimiento,
para ser egoísta y dar rienda suelta a algo nuevo.
Hoy triste el corazón regresa a la realidad,
luego de un viaje de fantasías,
dándose cuenta de que soñar no cuesta nada,
y crear castillos llenos de dulces momentos, 
tiernas caricias al alma, y lleno de música costaba aún menos.
¿Dónde está la realidad? Se preguntaba la razón entre tanto embrollo.
Que de pronto golpeó con fuerza cuando menos esperaba,
cuando más amaba y sentía la conexión entre razón, corazón y alma.
Hoy simplemente llegas realidad a mi camino una vez más,
dejando que llore con ganas al despertar de aquel sueño,
donde una vez más pierdo el corazón y el deseo. 
Elizabeth Cubillo M.


No es suficiente

Muchas veces intentamos,
intentamos correr,
intentamos caminar,
intentamos olvidar,
intentamos buscar,
intentar no siempre es lo que necesitamos.
Ya no quiero intentar.
Quiero dejar de amarte,
quiero dejar de pensarte.
Soñar despierta es un tormento,
soñar entre la oscuridad es un tiro al corazón.
Corre por los senderos y piérdete,
viaja entre los senderos,
deja que el amor se marchite como la planta sin nutrientes.
Encuentra,
sí, encuentra esperanza 
y siembra un amor reciproco,
que no piense y se pierda con el corazón. 
Elizabeth Cubillo M.

Sequía

Una lágrima rodeaba el rostro.
Aquel sentimiento que pesaba en el pecho,
y resonaba en la cabeza.
Amarte, para dejarte ir.
Maldito el tiempo, 
maldita la distancia,
maldito el sentimiento.
Volver a amar, 
para volver a sufrir.
Llegaste en forma de lluvia,
sin avisar que venías.
y como el temporal, 
te perdiste entre sequías.
Hoy mi corazón se encuentra seco,
y le baña las lagrimas de mis ojos,
que lloran tu ausencia y tu perdida. 
Elizabeth Cubillo M.

Cortes de Realidad

El alma que imagina castillos,
en ese cielo.
Pero al mirarles desaparecen sin dejar rastro
dejándoles en una oscuridad.
Alma que busca una salida a ese encierro de oscuridad,
donde escapar cada vez que intenta,
se convierte más sombrío y triste cada intento.
Dejando que el alma pierda es sabor,
de aquel buen vivir, sentir y ser feliz.
El tiempo fue carcomiendo las esperanzas,
dejando al corazón al descubierto,
dejándole marchitar,
dejándole en la soledad.
Para que imaginar castillos, 
cuando todo termina siendo cortes de madera,
que al final construyen una triste realidad. 

Elizabeth Cubillo M.