Te Perdí

Perdón te pedí,
y sé que aún hoy no logro obtener ese perdón
que busca mi alma para encontrar paz.
Perdón te pedí,
aún cuando mi alma sabe que no merece perdón.
Perdón,
te perdí,
y mis días se vuelven un infierno,
que trata de escapar pidiendo piedad.
Perdón te pedí, 
pero no me arrepiento de haber amado,
mientras me ahogaba entre la misma agonía de cada momento.
Perdón te pedí,
pero mi tormento era saber que al fina me odiarías tanto como yo.
Perdón te pedí, 
y acá sigo esperando,
que me perdones,
a sabiendas que aquel sentimiento que nos unió,
desvanece como el fuego tras una ventisca.
Perdón te pedí,
hoy te perdí,
como las lagrimas que riegan mi ser,
sin lograr contenerlas. 
Elizabeth Cubillo M. 

Teatro

El teatro,
era mi momento,
el escenario se convertía en mi aliado,
actuar era simple,
creer lo que no era realidad era mi gran actuación.
Actuando encontré un corazón puro,
actuando me enamoré,
actuando entré el dolor en la realidad.
Odié el escenario y la parodia que abrigaba en él..
Actuar se volvió en mi tormento,
y en aquel teatro,
deje el corazón,
que aún sufre con la ausencia.
Elizabeth Cubillo M.

Buscando estrellas

Si tan solo pudiera tocar el cielo,
tomar aquella estrella que más brilla y regalártela. 
No mirar atrás,
sonreír y seguir marchando con vos. 
Sigo sonriendo,
pero caminando sin vos
y corriendo con otro sueño.
Bajando estrellas todas las noches,
para dártelas cuando vuelva a aquel punto inicial
aún cuando no sé, si regrese ahí. 
Estoy algo perdida,
pero estoy donde debo,
intentando sembrar esperanzas.
Una vez te vi,
sin importar hice exactamente lo que debía,
retroceder cuando quería estar con vos.
Pues necesito más atardeceres sobre mi,
para saber que puedo afrontarte.
Un pasado ya no pesa sobre mis hombros,
esperando no guardes rencor y perdonaras.
Pero ya no serán los mismo ojos,
y a sabiendas de eso,
te dará cada una de esas estrellas y sonreiré,
pueda que lo imposible pase,
y alguna de esas sea tu sueño,
y mi mejor regalo.
Buscando estrellas para regalarte,
es lo que hago en sueños.
Elizabeth Cubillo M.

Pintando

Pintando sueños mientras caminaba,
la razón impulsada por un latir.
Pintaba sueños mientras dormía,
dando calidez al sueño.
Pintaba sueños mientras te escuchaba,
me perdía entre cada palabra.
Pintaba sueños,
pintaba esperanza,
pintaba alegría,
pintaba tu silueta sin pensar,
pintaba amor.
Hoy pinto sin consuelo,
perdiendo colores, 
mientras ahogo en grises lo que había pintado. 
Elizabeth Cubillo M. 

Muchas veces

Lo tenía todo y no tenía nada.
Aún cuando no creas lloré,
una y muchas veces lo hice,
una y muchas veces te gasté con el pensamiento,
una y muchas veces traté de pedirte perdón,
una y muchas veces quise buscarte,
una y muchas veces te soñé,
porque aún eras parte de mí,
una y muchas veces creí en ti,
porque realmente tienes el mundo a tus pies,
una y muchas veces te sentí, 
porque mi corazón no huye de ti,
una y muchas veces me alejé,
pero mi alma reclamaba por ti,
una y muchas veces intenté ser la mejor persona para ti,
y creo lo logré en su momento, 
una y muchas veces te dije lo que realmente sentía,
y hoy crees nada fue real,
pero una vez fallé y terminé rompiendo el corazón,
para perderte una y muchas veces en este camino.
Elizabeth Cubillo M.

Ojos cerrados

Sentada en la oscuridad, 
dejando de pensar.
Cerrando los ojos,
escuchando música.
Dejando el alma se desprenda del cuerpo,
y baile al son de cada nota.
Sin buscar un motivo,
para que enloquezca y dance.
Dando cuenta de que está llena de vida,
sintiendo paz,
regocijo y vida.
Cerrando los ojos para despertar
y sentir mas intensamente cada sentimiento.
Viajar,
sí, con cada sentimiento abierto,
y encontrar felicidad,
mientras no piensa
y solo siente. 
Elizabeth Cubillo M.

Partida

Murmuraban las paredes mientras salía,
ya no había escapatoria, 
era momento de buscarte para despedirme.
Mientras iba en tu búsqueda,
recapitulaba cada momento,
recordando cada sonrisa,
cada te amo,
que florecía de nuestras bocas,
momentos felices y tristes.
Llegar a donde estás,
que tan difícil,
pues decir adiós siempre es una tarea complicada.
Hoy vine a despedirme y darte mi libro,
ese donde cada letra contaba nuestra historia.
Dejando grabado con letras, todo lo que llevaba dentro, 
lo que eramos.
Con una caratula de colores,
pues eso fuimos,
colores mezclados con melodías. 
Me ha tomado mucho tiempo,
y las paredes lo saben,
adiós debo decirte,
pero no dejarte de amar,
pero si guardar este libro, 
para intentar escribir una nueva historia.
Que la nuestra el alma la leerá,
hasta que vuelva encontrarte,
en otra vida.
Elizabeth Cubillo M.