Libre de pudor

Movimientos rápidos,
pegajosos y sudorosos,
con sabor a placer.
Los gritos eran el compás de los cuerpos
y la música para el ambiente.
Respiraba deseo y sudaba sexo.
Eso provocas en mis mañanas, tardes y noches carnales.
Un respiro a la libertad del cuerpo y alma,
que gritan con afán el regocijo de ambos,
sólo déjame acabar y lograr que acabes,
que esa será la pasión y el deleite
para convertirnos en uno solo.
Elizabeth Cubillo M.

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