Engañadose

Mi sufrimiento al final fue haberte perdido.
Haberme enamorado una vez más de ese imposible,
creado expectativas,
cuando al final sabía que nada era posible.
Me aferré a un imposible haciéndole daño,
sin querer irme,
o dejar de sentir.
Pero al final,
te propusiste olvidarme,
tirarme al viento,
para liberar al corazón,
y si lo pienso a fondo,
hasta yo lo hubiera hecho.
Pero no quita que eso no me haga sufrir,
lloré sin consuelo,
pues las heridas aún siguen abiertas,
que no logre olvidarte,
pues aún sigo amándote,
aún cuando el tiempo ha corrido,
sigo teniéndote en sueños,
aún sigo mirando al cielo preguntándome ¿cómo estás?
Todo eso porque en el fondo el corazón,
quiere seguir engañando con esperanza a la razón.
Elizabeth Cubillo M.

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