Una sonrisa

Una sonrisa basto
para saber que sentía en ese momento.
Silencio, nervios,
aquellas miradas delatores entre ambos.
No había más nadie alrededor,
sólo esos cuerpos,
que se deseaban en silencio,
de aquellos corazones que latían más fuerte al verse.
Las almas llegan a conocerse entre sueños,
y exigen la calidez del cuerpo,
que logra esa cercanía, 
para luego decirte de manera simple,
te quiero,
para encontrar lo entretenido de decirte, te adoro,
para encontrar lo interesante de decirte, te amo,
para encontrar increíble decirte, hoy estoy acá para ti.
Una sonrisa basto
para saber que eres a quien esperaba.

Elizabeth Cubillo M.

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