Vive

Desperté deseosa de muerte,
cansada de la vida.
Con miles de pensamientos y sentimientos,
que hacían de mi existencia poco deseable.
Problemas vienen y van,
haciendo presión a la mente, al alma, al ser.
Respirar, sentir y vivir,
dejar que el tiempo fuera la cura,
la fiel medicina a ese sentimiento.
Somos de la muerte,
que en su momento menos esperado,
y sin hacerle correr llega a nuestra puerta.
¿Para qué apresurarse?
Sólo vive, vivamos,
así el mundo este sobre nuestras cabezas.
Elizabeth Cubillo M.

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