Arena

Desequilibras mis sentidos,
todo da vueltas,
todo regresa,
pensamientos, sentimientos.
Como huir,
cuando no quiero hacerlo,
aún cuando la historia es otra.
Como neutralizar al pensamiento,
para que no conecte al corazón.
Como dejarte ahí,
sin nada que decir,
queriendo decir tanto.
Como alejarte,
cuando te quiero junto a mi.
Tiempo arrebátame el corazón y piérdelo,
entre relojes de arena,
que se vuelva granitos de arena,
en el preciado tiempo,
y regrese a cobrar su figura,
si es que quiere regresar a su estado inicial. 
Elizabeth Cubillo M.

Una sonrisa

Una sonrisa basto
para saber que sentía en ese momento.
Silencio, nervios,
aquellas miradas delatores entre ambos.
No había más nadie alrededor,
sólo esos cuerpos,
que se deseaban en silencio,
de aquellos corazones que latían más fuerte al verse.
Las almas llegan a conocerse entre sueños,
y exigen la calidez del cuerpo,
que logra esa cercanía, 
para luego decirte de manera simple,
te quiero,
para encontrar lo entretenido de decirte, te adoro,
para encontrar lo interesante de decirte, te amo,
para encontrar increíble decirte, hoy estoy acá para ti.
Una sonrisa basto
para saber que eres a quien esperaba.

Elizabeth Cubillo M.

Engañar

Marcando sueños en una realidad de mentira,
esperando que un torbellino,
me aviente contra la verdadera realidad,
que supone debes ver.
¿Pero que realidad es la que debes afrontar?
Esa en la que quieres correr,
gritarle al mundo,
lo que piensas, lo que sientes,
tratando de conectar mente, corazón y alma.
Pero aún no llega esa realidad,
así que toca
engañar al corazón con amor,
a la mente con la razón,
y el alma engañarle con que te va a encontrar. 
Elizabeth Cubillo M.

Navegar

El barco salió del muelle sin rumbo.
Conocer era su tarea,
crecer su destino.
Navego entre tormentas, 
de día el cielo azul,
de noche estrellado.
Al encontrar tierra el faro le guiaba,
a donde el corazón le indicaba,
para lograr encontrarte,
para volver a sentir,
latir aún más fuerte el corazón 
era una razón para buscarte
y navegar entre mares.
Con esos sueños que las estrellas
y las nubes dibujaban 
en su viaje de descubrimiento,
su figura junto a ese sueño,
el que hacía que el alma se escapara en las noches
para lograr estar junto a ti.
Elizabeth Cubillo M.

Rendición

Pensamientos,
buenos, malos,
el corazón viene sintiendo el cambio,
ese que debió hacer en el pasado,
que testarudo en el inicio del final,
no quiso admitir.
Por temor a no volver a sentir,
esa felicidad que sintió.
El tiempo paso, 
el dolor aumento y termino por desaparecer,
así como ese amor.
En su momento, 
es como el dolor incomprensible de que pasa,
ese llanto momentáneo preguntando el porqué de las lagrimas.
Al final las jugadas llegaron a encajar, sin haber ganado ese juego,
volviéndolo en una pérdida de tiempo, 
que se sabía nunca iría a ningún lugar,
aunque fuera persistente,
sin importar que tanto se amara.
Pero en cierto momento pudo más la esperanza,
y esa idea errónea de que iba a cambiar de parecer,
que dejaría ese orgullo de lado o lo que fuera que pensara,
y se dejara llevar por ese sentimiento que le hacía feliz.
Muchas veces quiso que me rindiera, nunca lo hice,
porque siempre existió esa idea de que realmente me complementaba,
hasta hoy, que al final ganaste, haciendo que el corazón se rindiera.
Sintiéndose tan burlado y destruido por sus manos,
ya lo sueños no son los más agradables,
se tornaron pesadillas, que atormentan mis noches.
Otro corazón camina tan fuerte, tan vivaz, 
que con cada palpitar se siente la dulzura del lugar,
no todo debe ser tristeza pero toca encontrar lo que te haga
volver a sentir.
Elizabeth Cubillo M.

Rosa

Es tiempo de vivir,
dejar las ataduras en el pasado,
pintar los días de rosa,
aunque la vida misma no lo sea,
muchos colores pueden pintar mis días,
y hoy quiero que los pintes,
con tu sonrisa,
que hace se ilumine mi camino.
Es lo que siento,
esa poca de esperanza
luego de mucho tiempo de tormenta,
una vez más sonrió,
con aquel sentimiento que creía en el olvido.
Elizabeth Cubillo M.

Es lo que quieres

Es lo que piensas,
es lo que querías.
¿Porque pensar tanto las cosas?
Simplemente tírate,
sal de donde sea que estés,
disfruta, piénsame sin ataduras,
que el momento no se detenga.
Sonríe, goza mientras la cama se mueve,
y toma el ritmo de la música de la noche,
sabes que no quieres salir,
que quieres seguir disfrutando,
seguir la corriente,
sin dar tanta vuelta al qué dirán.
Tócame, tócate,
se tan vivaz, como nunca antes,
que sea como tu droga del momento,
esa que no puedes dejar por un instante,
tan llena de placer.
Pensamiento sucios,
eso es lo que llevas dentro,
es lo que querías.
Y ahí está, siempre en la espera,
de que toques a la puerta.
Eso es lo que debes hacer.
Elizabeth Cubillo M.

Mujeres Muchas, Madre Una Sola

Mujeres muchas, madre una sola.
Algunas son estrictas, mal humoradas,
estresadas, locas, tiernas, comprensibles,
y simplemente son humanas.
Todas ellas tienen cosa buenas y malas,
igual son seres humanos que cometen errores.
Hijos,
quienes somos para juzgarlas,
cuando dan lo que esta a su alcance,
para vernos crecer y triunfar en la vida.
Como comprender, lo que llevan dentro,
cuando no sabemos que es ese sentimiento de dar vida,
hasta que nos toca.
Mujeres muchas, madre una sola,
y sólo te pido que seas comprensivo,
con ese ser humano que te dio vida,
que hizo lo que eres hoy,
que se llena la boca diciendo que eres sólo de ella.
Y ni tiempo para darle tienes.
Simplemente no comprendo,
y me es triste ver que sufre con tu ausencia.
Puede más un pasado, que un presente,
cuando el presente es otro.
Olvido, soledad, tristeza,
al ver como llora por esa ausencia.
Mujeres muchas, madre una sola,
por eso cuando falte,
a quien más dolerá será a uno solo,
por no aprovechar lo que tenía en su momento,
pensando siempre, que pudo dar más de lo que dio,
por seguir eso que se llama orgullo,
que al final no da nada, sólo dolor.
Por eso,
mujeres muchas, madre una sola,
por eso cuídala, protégela,
que nunca es tarde para hacerlo,
un abrazo, un te quiero, te amo,
siempre son una buena opción.
Elizabeth Cubillo M.

Caminar

Mostrando al desnudo el alma,
esa que quería amor,
compasión, compresión.
Más lejos de eso,
siempre la pregunta,
¿qué hubiera pasado?.
Pero el tiempo pasa,
situaciones pasan,
y todo queda en el olvido
y una suposición,
que nunca tendrá respuesta.
Caminar, mirando el paisaje,
saboreando caminos, cuerpos,
llenándonos de imaginación.
Siendo libre para viajar en este mundo.
Elizabeth Cubillo M.

Enredos

Resulta que aún te sigo pensando, sigues moviéndome el universo, de una manera infantil, cuando apareces, mi corazón se acelera.
No encuentro una razón para llegar a evitar ciertos temas, cuando conversamos.
Será que ese amor fue tan fuerte, que llega el punto en que es difícil superar, aunque quizás es falta de que llegué alguien a mi vida, que haga temblar la tierra y me mueva no sólo el piso, y haga olvidar el pasado.
Pero aún siento eso que nos unió en el pasado, que sigue tan escondido y cálido en lo profundo.
Realmente creo que te reprimes sentimientos, pues como explicar muchas actitudes, que hacen que no comprenda la situación.
Quisiera, poder comprender, aceptar las cosas, que el tiempo simplemente se hubiera detenido en el pasado y así quizás no perder todo eso tan bueno que tenía, quisiera aún estuvieras ahí.
Muchas veces desearía decirte te adoro, pero siempre esta ese respeto que te tengo, ese freno de mano psicológico que me dice que tienes algo mucho mejor y que me queda grande el guante. Aún cuando me dices que nadie supera eso que te di, pero puedo pensar que ese sentimiento es erróneo.
Pero todo es algo complejo, lo que hace que algunas veces piense que necesito de un loquero, a ver si logro sacarte de ese lugar que te di, sigo tapando el sol con un dedo, para ver si oculto la realidad. A pesar de que ando de fiesta, bebiendo de más, jugando a se grande, a conquistar corazones, a sabiendas de que no quiero otro corazón, que siempre pensé, que eras más que suficiente, que tenía todo lo que podía desear ante alguna persona, con virtudes y defectos.
Aún hoy sigo sin querer aceptar que te perdí, de la forma más extraña, porque realmente nunca te tuve, creo que fue eso, nunca te tuve, y eso a sido lo que más me duele, ver que eras lo que más deseaba, tener realmente para mi. Y otra cosa que me deja en el aire es ver como has logrado enamorarte nuevamente, y yo sigo sin encontrar eso que me alimente, me da coraje de mi misma nostalgia al pensar que no e encontrado algo tan bueno o mejor que vos.
Pero que más decir yo sólo te extraño, esas dos palabras resumen todo lo que llevo dentro, y que no dejo salir, tratando de que la fiesta vaya en paz, y no dejar que eso que esta ahí haga que se pierda lo poco que queda.

Nuevos Vientos

Nuevos vientos llegan a mi puerta luego de mucho tiempo,
me robaste el aliento,
me robaste el corazón,
me robaste los besos,
robas mi cuerpo con miradas profundas
que piden cariño y amor.
Ese que el tiempo arrebato en el pasado.
Luego de mucho pensar, sufrir,
lograr sentir ese ardor,
que creía en el olvido.
Nunca es para siempre tener ese vació,
porque otras manos recorrerán lo que otras desperdiciaron.
Volver a sentir,
volver a desear,
volver a soñar,
volver a amar,
volver a crear castillo en el aire,
esto nunca cuesta, lo que sí,
es sostener ese donde lo creaste,
así que deja flotar las cosas
y que vaya fluyendo de manera
que te aloques con lo que sientes,
no es de la noche a la mañana que pasa,
pero cuando las estrellas juegan a tu favor,
no pienses, sólo siente y se feliz,
mientras dura.
Elizabeth Cubillo M.

Cuéntame un cuento

Cuéntame ese cuento,
donde te encontraba,
donde soñar no era complicado,
donde la realidad era siempre alegría,
donde la tristeza era el inicio de la historia,
pero la felicidad siempre era la protagonista.
Cuéntame ese cuento,
con el que llore desconsoladamente,
pero me reía como atacada mientras más leías.
Cuéntame ese cuento,
que me cautivaba.
Cuéntame ese cuento,
donde nunca me dejabas,
donde siempre fuiste mío,
sin importar que pasara.
Cuéntame ese cuento,
de ficción, que hacía querer soñar más.
Cuéntame ese cuento,
del cual nunca me aburriré.
Cuéntame ese cuento,
donde te amaba con locura,
y no era un problema.
Cuéntame ese cuento,
donde me dices que el cuento se hace realidad.
Cuéntame lo que sea,
que viniendo de ti,
siempre será un buen cuento.
Elizabeth Cubillo M.

Quizás

Quizás no pueda darte el cielo y las estrellas,
quizás nunca me anime a hablarte,
quizás no comprenda ciertas cosas,
quizás no tenga los mismos gustos,
quizás no siempre este de acuerdo,
quizás nunca termine de conocerte,
quizás no dure lo suficiente,
quizás te conozca demasiado y
nunca deje de amarte.
Son muchos quizás,
pero si sé,
que me vuelves loca cuando te veo,
que haces que las feromonas estén en el aire cuando estas presente,
que no dejo de mirarte cuando estas cerca,
que te quiero junto a mi aunque sea un ratito,
que permaneces en mis pensamientos lo suficiente,
que me gustas más de lo que pensaba,
que aunque estés lejos de mi alcance,
sabes que existo.
Quizás una bobada,
pero si sé,
que se siente bien.
Elizabeth Cubillo M.

Dulces de antojo

Chocolates,
de diferentes formas,
sabores, tamaños.
De paquetes,
caseros.
De cualquier manera son ricos,
pero yo,
sólo estoy antojada de uno.
Que se convirtió en un capricho,
que despierta lujuria.
Produciendo ese nerviosismo,
cuando me mira,
sin que nada alrededor sea impedimento,
para ese tipo de miradas,
llenas de deseo,
ocultas, bajo ropa y silencio.
Nerviosismo, a la primera impresión,
pero luego vino la tentación,
de perderse entre sabores,
llenar de dulce los labios,
las manos y el cuerpo.
Sabores vienes,
sabores van,
pero sólo quiero un sabor en mi paladar,
el chocolate de tu piel.
Elizabeth Cubillo M.

Momento

Con tan poca ropa,
tu cuerpo lleno de vida,
sólo quería recorrer el paisaje,
con mis manos,
sentir el aroma,
sentir el cuerpo,
sentir el calor.
Sonreías mientras me mirabas,
movimientos suaves,
pensamientos sucios,
caricias deseosas,
deseo era lo que el cuerpo gritaba con cada rozar,
con cada beso,
con cada pensamiento.
Una simple atracción,
era lo que las almas sentían
y los cuerpos lograban la magia.
Un jadear,
un ardor,
eran parte del recorrido carnal
y la satisfacción del momento,
que se tornaba eterno.
Mírame, siénteme, desvísteme,
que nuestra cama,
es el punto para saciar
el sexo de ambos,
no lo pienses,
sólo siente y déjate llevar.
Elizabeth Cubillo M.

Hola, adiós

Como decirte adiós,
cuando no te he tenido la oportunidad de decirte hola.
Hola, he tratado de decirlo.
Te he visto,
sí, lo hice,
siempre en bares,
restaurantes,
en la calle,
en sueños.
Con aquella belleza,
que deslumbra a mis ojos.
Y aún hoy no logro decirte hola.
Hola,
mientras duermo suele ser simple decirlo,
hablarte horas en ese micro momento,
que se vuelve eterno mientras la noche pasa.
Hola,
hoy quiero tenerte entre mis sabanas,
para que eso que es sueño deje de serlo.
Adiós,
pues toca despertar,
para lograr encontrarte nuevamente,
y poderte decir hola.
Elizabeth Cubillo M

Música

Para este post, vamos a jugar un poco con la imaginación. Antes de leer, dale play a la canción que esta iniciando. Para crear una idea de lo que quiero que sea la lectura, que no sólo leas, la cuestión es que te transportes a un momento así. Luego de que inicia, lee y trata de sentirlo.


La música,
viajaba en la habitación,
se siente como energía en el cuerpo,
la cabeza se mueve,
lo sientes dentro,
el cuerpo inicia a moverse.
Sonríes,
no piensas,
dejas que sienta cada nota.
Te transportas a cualquier lugar,
el humor cambia.
Otro cuerpo te acompaña,
miradas vienen,
miradas van.
La música,
hace que se acerquen,
que sientan las ondas musicales,
que sientan el calor de ambos cuerpos,
con cada movimiento.
Bailar.
Movimientos, que encuentran una armonía,
conectados,
la cabeza se mueve,
lo sientes dentro,
se rozan los cuerpos,
y lo gozas más.
Sonríes,
no piensas.
Sólo te dejas llevar por el momento
y bailas.
Te sientes libre y eso te fascina.
Música.
Cierras lo ojos momentáneamente,
y dejas que el cuerpo sea quien te guié.
Lujuria,
desear el otro cuerpo mientras bailan.
Simplemente muévete y siente!!!
Elizabeth Cubillo M.

Fluir

Para que pensar tanto,
sólo escúchame, mírame,
y déjate llevar por lo que el cuerpo siente.
Simplemente no pienses,
en lo que en algún otro momento sentiste.
Solamente deja fluir el momento,
sin preocupaciones,
sin ataduras,
sólo con deseo,
que los cuerpos quieren sentir.
Elizabeth Cubillo M.

Agradecer

Hoy es para agradecer,
agradecer a mis papás,
a los que adoro sobre todas las cosas,
por ellos estoy en este mundo,
buscando un camino apto para mí.
Sembraron esa semilla,
para dejarle crecer como persona,
como profesional,
para que buscara un sueño.
A mis hermanos,
que con su sabiduría,
en ciertos caminos lograran guiarme,
en esto que llamamos vida,
a los que quiero montones.
A mis amigos,
que incondicionalmente están ahí,
que hacen mis días sean de lo mejor,
que logre encontrar paz en ciertas situaciones,
con los jalones de orejas,
o sus puntos de vista tan certeros.
Gracias a ese Dios,
tan grande, que nos cuida,
que dejo llegara a este mundo.
25 años,
con caídas,
tropezones,
empujones,
y con la panorámica de miles de caminos,
unos fueron buenos, otros malos,
pero son parte de lo que soy hoy,
otros que están por venir,
para seguir creciendo.
Gracias a todos por estar en esos momentos,
cuidarme, crecer juntos y preocuparse por mí.
Elizabeth Cubillo M.


Quiero

Quiero pecar,
y que seas mi pecado.
Quiero una vida de vicios,
y que seas mi vicio.
Quiero que seas dulce,
para comerte a diario.
Quiero que seas mi perfume,
para sentir tu olor en mi.
Quiero que seas el agua de las mañanas,
que recorra el cuerpo.
Quiero encontrarte en sueños,
y que mi alma viaje hasta donde estés.
Quiero tantas cosas,
que no sé por dónde empezar,
¿Será tu cuerpo?
El inicio de la lujuria,
de un camino carnal,
dejando de querer y desear,
para convertirlo en realidad. 
Elizabeth Cubillo M.

Cicatrices abiertas

Sangre recorría el cuerpo,
de dónde provenía,
si la herida ya había cicatrizado..
El corazón latía,
y con cada latido un poco de sangre,
que acompañaba a aquel recuerdo,
aquellas lagrimas,
con el mismo dolor llegaban los recuerdos,
que invadían el pensamiento.
Un poco del alma moría lento,
sin comprender ese sentimiento
que le desprendía de su hogar,
hasta que ese sanara.
Incógnitas le invadían,
¿realmente sanara? o ¿aprenderá a vivir con ese dolor?
Elizabeth Cubillo M.

Torbellino

Como un torbellino llegaste,
y como otro te fuiste.
El primero trajo cosas buenas,
dejando ilusiones y sueños alrededor.
El segundo, dejo destrozos,
desesperanza y un corazón roto.
Un nuevo torbellino llegó,
haciendo olvidar el primero,
y construyendo nuevas esperanzas.
Torbellinos vienen,
torbellinos van,
y algunas veces,
desearía desaparecer con uno de ellos,
y caer en cualquier sitio,
donde se puede empezar,
pero la realidad es otra.
Esa que se debe afrontar,
con la cabeza bien en alto,
buscando el camino,
quizás no el perfecto,
pero si el ideal.
Elizabeth Cubillo M.

Lo que uno no quiere y el otro desea

Muchas veces extraño
esa sensación de dormir junto a ti.
Soñar,
y que llegues en los sueños.
Te solté y me soltaste la mano,
sólo porque me repetías,
que si te amaba,
así lo haría.
Camino durante mis días,
pensando que hice bien,
pues te di lo que querías
en el momento,
destrozando muchas otras cosas,
pero no te iba a mantener
dónde estabas cuando
ya no tenías el mismo deseo.
Elizabeth Cubillo M.

Locos sentimientos

Un sentimiento permanece,
algo como muy dentro del ser,
sin una explicación,
con un deseo de llorar,
de dejar que las lágrimas broten
sin alguna razón,
un deseo de desaparecer momentáneamente,
y ser libre por unos instantes,
dejar de ser
y ser lo que el alma quiere expresar.
Lo peor,
es que el sentimiento está ahí,
pero esas lágrimas que quieren salir,
simplemente no aparecen,
como explicarle a la razón,
lo que no sucede.
En momento así,
creo que la locura
esta en el aire,
y es parte de lo que soy.
Elizabeth Cubillo M.

Ansiedad

Se transforma como un demonio,
que simplemente no deja pensar,
no deja ser lo que soy.
¿Cómo combatirle?
Cuando no tengo idea de cómo hacerlo.
El cuerpo tiembla, suda y el pensamiento navega
como una barca sin un alma dentro.
Ansiedad es mi demonio,
que no permite fluir las ideas,
que no deja oír la música,
que no deja ver los colores,
siendo algo vegetativo,
nada positivo aparece,
nada negativo sale.
Sólo un cuerpo medio inerte,
que no encuentra un sentido al momento.
Elizabeth Cubllo M.

¿Sabías que?

¿Sabías que?
Me haces sonreír,
como hace mucho tiempo no hacía.
¿Sabías que?
Me gustas.
¿Sabías que?
Hoy es viernes,
y ando pensándote.
¿Sabías que?
Pronto vienen las vacaciones,
y quiero verte.
¿Sabías que?
Me gusta verte sonreír.
¿Sabías que?
Sólo tengo pensamientos para ti.
¿Sabías que?
Me agrada mirarte.
¿Sabías que?
Quiero sentirte.
¿Sabías que?
Llueve, y quiero encontrarte bajo la lluvia.
¿Sabías que?
Todo puede ser tan posible,
y hoy todo tenga un nuevo sentido.
Si no sabías,
pues ya sabes que tanto tengo en mente,
y sí, todos son pensamientos para ti.
Elizabeth Cubillo M.

Amores Pasados

Desearía tanto las cosas fueran tan diferente,
que mi realidad hubiera sido otra.
Pero sólo ideas,
pensamientos,
y corazones rotos.
Cómo dejar de envenenar la mente,
al corazón,
cuando aún sigo sufriendo,
en silencio,
por un pasado,
por ese amor,
que no estaba destinado a marcar un camino.
Y aún hoy sigo buscando esa ruta,
que haga salir de ese limbo,
en el que me encuentro.
Vuelves a sentir, a pensar,
pero no a llegado ese sentimiento tan intenso,
como fue el primero.
Elizabeth Cubillo M.

Un paseo de locura por el tiempo

Corrí,
tratando de atrapar al tiempo,
pero me encontré dando un paseo,
un paseo de locura por el tiempo.
El que no perdonaba errores,
te daba soluciones,
pero muchos no podías solucionarlos.
Divagando como loca,
entre calles,
pensamientos,
sentimientos,
deseos.
Entonces,
un sentir de satisfacción,
disfrutar,
enloquecer,
amar,
me llevo por la corriente de un deseo carnal,
disfrutando del paseo.
Queriendo perderme entre tu cuerpo,
tu mirada,
tus manos,
sin tener alguna preocupación.
Un pase de locura por el tiempo,
sin ataduras,
sin remordimientos,
solamente viviendo
y moviendo el cuerpo,
entre cada locura del pensamiento.
Elizabeth Cubillo M.

Golosinas

Te encontré en el camino,
te veías como siempre,
agradable para la vista.
No lograba concentrar mis sentimientos,
unas cuantas miradas pecaminosas,
devorándote con cada vuelta que daba.
Sonreías como siempre,
como no mirarte cuando lo simple del momento
hacia que todo se tornara agradable.
Sonreír junto a ti,
hablarte.
Sólo sé que me gustas,
y no sé cómo decirte "me gustas".
Tan complicado decir esas palabras,
cuando debería de ser sencillo,
o quizás sea demasiado complicada como para hacerlo.
Cómo una golosina,
hoy quiero probarte,
comerte despacio,
saborear cada ingrediente,
llenarme de deseos y todo lo que desata
ese sentimiento,
te quiero, pero aún no he encontrado
la manera de llegar a alcanzarte,
quizás temor,
al no saber si es reciproco.
Tarde o temprano espero el universo juegue a mi favor,
y gane el derecho de comerte,
porque ese es mi antojo hoy.
Elizabeth Cubillo M.

El tiempo nunca es suficiente

El tiempo nunca fue suficiente,
el cariño y el amor,
de igual manera,
nunca lo fueron.
Siempre supe ese detalle,
pero ciega por un sentimiento,
no lo quise ver.
Insignificante en algún momento,
pero importante en lo que se veía venir.
El tiempo nunca fue suficiente,
para demostrar lo que sentía.
El tiempo nunca fue suficiente,
para lograr aferrarte a mí.
Ayer,
perdí y no fue suficiente lo que te di.
Y hoy,
el tiempo no es suficiente,
para encontrar un mejor sentimiento.
pues no sabemos cuándo termina.
Quizás hoy te encuentre extraño,
o déjame encontrarte,
dejemos que tiempo se pierda cuando el destino nos junte,
ya que cuando sea nuestro nunca será lo bastante amplio.
Elizabeth Cubillo M.

Cazador

Estaba ahí,
estabas ahí,
las miradas se encontraron como ráfagas.
Fue curiosa la reacción.
Sonreíste,
te mire con detenimiento a pesar del poco tiempo,
que estuviste de frente.
Sin un saludo, sin una presentación
sólo huiste como un animal que será cazado,
y aún así te seguí por unos momentos,
sabiendo que aún rehuías.
Evitando lo que luego será inevitable.
Jugar al cazador y la presa,
suele ser entretenido,
y hoy eres mi presa.
Elizabeth Cubillo M.

¿Cómo no volverse loco?

Miedo,
y quizás esa no es la palabra,
pero mi cuerpo temblaba,
y mi mente volaba.
Tus manos recorrían mi cuerpo,
junto con tu mirada y tus labios.
Era el primer encuentro de muchos otros,
que se veían venir.
¿Cómo no volverse loco?
Con tanto sentimiento y deseo.
No había más pensamientos,
solo lujuria, morbo y emociones.
Hacía frío,
y el cuerpo tomaba otra temperatura,
con tu cuerpo al lado.
Sudor, recorría cada musculo al pasar de los minutos,
ya no habían dos cuerpos en la habitación.
Ambos vinculados de forma carnal,
disfrutando ambos del momento.
¿Cómo no volverse loco?
Cuando encontramos el climax,
donde ya no había más pena,
donde solamente podía verte y sentir,
donde la satisfacción era parte del ambiente.
¿Cómo no volverse loco?
cuando mi cordura se perdía entre cada movimiento.
Elizabeth Cubillo M.

Volver a sentir

Volver a sentir,
tan difícil cuando regalaste el corazón.
Volver a sentir,
se vuelve tan complejo.
Pero hoy quiero volver a sentir,
volver a dar cariño,
volver a abrir el corazón,
volver a amar.
El corazón está de vuelta,
pues a quien le di mi preciado regalo,
tiene otro para amar.
¿Será ya el momento de ver el paisaje?
Encontrar un amanecer,
luego de mucho tiempo de oscuridad.
Dejar fluir las agradables sensaciones,
dejando el pasado dónde debe de estar,
dejando el miedo de lado,
dejando la idea de que no habrá más nadie mejor.
Volver a sentir es lo que deseo,
contigo o sin ti.
Hoy o mañana,
da igual cuando sea,
siempre y cuando lo sienta.
Volver a sentir,
cuando llega en sueños,
y sonreír, porque está ahí.
Volver a sentir.
Elizabeth Cubillo M.

Sudor con sabor placer

El calor hacia sudar al cuerpo,
una gota recorría todo el ser,
y tu mirada le acompañaba
junto con un poco de lujuria
mezclada con deseo,
haciendo aumentar el ardor de ambos.
Las miradas recorrían todo minuciosamente,
las almas se encontraban mientras
los cuerpos jugaban.
El sudor aumentaba,
mientras el placer se alimentaba
con cada caricia, beso y movimiento.
El desnudo de la habitación,
y el jadear de las bocas,
hacía más intenso el llegar al éxtasis total.
Sígueme mostrando el camino
que deseosa
quiero llegar al final de esta ruta de deseo.
Elizabeth Cubillo M.

Abril

Regálame tan sólo el mes de abril...
Para calar profundo en tus hermosos ojos,
para hundirme en tus labios
y escabullirme hasta en el más mínimo espacio de tu piel.
Regálame tan sólo el mes de abril...
Para verte dormir,
para penatrar tu mente
y hacerla mía, entenderte, besarte, quererte.
Regálame tan sólo el mes de abril...
Y yo en cambio te regalo mi vida entera.
Jorge Alfaro

Sentidos

Marcando pasos,
la oscuridad era como siempre la compañera.
Pero el instinto le seguía marcando los pasos,
hasta dónde estabas,
dónde deseaba estar.
No importaba no tener luz y no poder ver,
los demás sentidos agudizaban.
Olor, el lugar tenia tu esencia.
Tacto, el cuerpo te sentía,
así estuvieras lejos.
Oigo, tu respiración a lo lejos se escuchaba.
Sabor, el deseo de encontrar tú paladar
mezclado con el mío,
daba un sabor dulce y agradable.
Esos sentidos te encontraron,
para que ver,
si mis manos,
mi cuerpo,
mi nariz
y mi lengua,
lograban dibujarte bien
cuando recorren tu cuerpo,
guardándote en mi mente y en mi corazón.
Elizabeth Cubillo M.

Memorias de una mente demente

Solo Sentí que era tiempo y crucé... y crucé... y crucé!
Vi una luz, no la supe definir, sólo seguí!
No sé si provenía de un túnel pero así lo sentí y seguí!
Escuché mucho ruido, bastante estridente, pitos, gritos, pero seguí!
Siento que fue una fuerza extraña quien me guió, pero crucé!
Estoy seguro que no era yo, pero seguí!
Antes del golpe agaché mi cabeza, vi mi vida en un segundo, me arrepentí, pero era tarde!
Sólo seguí!
Jorge Alfaro

Imán

Enredos mentales,
me gusta, pero me asusta,
le atraigo, pero me repele,
es un niño que me atrae,
pero no lo quiero.
Cómo un imán,
atrae lo que duele,
y aleja lo que quiere.
¿Cómo dejar de ser un imán?
Para ser un dulce para el paladar,
sentimientos complejos,
pero como satisfacer lo que quiero hoy,
cuando la miel,
dejo de cosechar.
Elizabeth Cubillo M.

Me gusta

Me gusta la música que brota cuando danzas,
me gusta como el olor a flores surge
cuando tu cabello se mueve.
Me gusta el brillo de estrellas
de tu mirada tierna y cautivadora.
Me gusta la sonrisa que ilumina mi día,
haciéndolo placentero a cada instante.
Me gusta tu olor en las mañanas,
cuando sales de la ducha.
Me gusta tu cuerpo,
cuando abriga al mío.
Me gusta,
pero ya no sé que me gusta,
pues me pierdo entre tu cuerpo y alma,
que ciegan mis sentidos.
Elizabeth Cubillo M.

Encuentros

Me agrada,
te veías tan deslumbrante,
tan atractivo.
Con aquella sonrisa,
que al final me termino gustando
y me mato,
junto con aquella actitud de locura.
Al inicio las miradas se re buscaban,
y con una simple timidez repelaban.
Me agrada
y a su vez me asusta.
Dos sentimientos encontrados.
¿Cómo asimilarlos?
Un segundo encuentro,
más platica,
más miradas encontradas,
más cosas en común.
¿Cómo te llamas?
Aún sigo buscándole nombre
a ese momento,
cuando quizás,
debería buscarle
un significado a ese sentimiento,
que me erizo la piel
y me puso nerviosa.
Elizabeth Cubillo M.

Creciendo

Ya no quería correr,
el camino es diferente,
como para salir corriendo.
Todo resulta distinto
y podría atreverme a decir que mejor.
El tiempo ya no es suficiente,
deseando que se detenga en algunos momentos.
Ya no existe un nombre,
sólo mí pensamiento,
mí ser,
lo que deseo.
Ya no puedo devolverme en este camino,
no puedo borrar mis caminos pasados,
y quizás no pueda borrar sentimientos,
pero si puedo mejorar mi nueva ruta,
trazando colores, sonrisas y nuevos amores.
Puede llover,
puede hacer sol,
puede ser ventoso,
puede haber hoyos,
puede que caiga y me lastime,
pero ya no será como ese pasado,
porque hoy he crecido
y tomado un mejor camino.
Elizabeth Cubillo M.

Asumir

Todo se detuvo,
mi corazón se acelero a mil,
temblé como logras hacerlo en mí
y piensas que ya no siento nada.
Cuando fuiste y eres
alguien a quien adoro,
aprecio y aún amo.
Yo también te extraño,
y quizás más de lo que puedes imaginar.
Muchas veces procuro disfrazarlo,
con sonrisas y felicidad.
En momentos difíciles,
pienso que me hubieras dicho,
pues tú respuesta siempre la más certera e importante.
Te busco,
pero ahora no logro encontrarte.
Ahora no asumas lo que no es,
que aún hoy sigo sintiéndote,
porque los mejores amores para nada se olvidan,
y tú, sólo tú has sido eso para mí.
Elizabeth Cubillo M.

Energía

Todo caía al suelo,
la ropa,
el cuerpo
y la energía.
Energía que se presentaba
con cada caricia,
cada mirada,
cada beso.
Mirarte hacía que el cuerpo
se sintiera frágil, deseado.
No quiero mezclar sentimientos,
solo quiero sentir ese cuerpo,
que me enloquece.
Pero es tan inevitable e inexplicable.
Sólo espero tenerte ahí conmigo.
Dejar de lado el pensamiento
y dejar latir lo que llevo dentro.
Elizabeth Cubillo M.

Tiempo entre puertas

Te llame a la puerta,
temblaba como nunca,
tenía miedo de esperar,
miedo a que no abrieras.
Volví a tocar,
esperando a que salieras,
las manos sudaban,
los nervios me ganaban.
La puerta se abrió,
ahí estabas,
y todo tranquilizo,
cuando sonreíste,
y me atrapaste con tu mirada.
No falto decirte que necesitaba aquel abrazo,
que se volvió eterno.
El tiempo paso lento en esos instantes,
y de tus labios broto "te extraño"
junto con un beso tierno,
que hizo el momento fuera el más grato,
cuando más necesitaba escucharte
y aún más sentirte.
Elizabeth Cubillo M.

Si las miradas

Y si las miradas alimentaran al corazón,
quizás sonreiría toda la semana,
quizás mis ojos brillarían siempre que te encuentre,
quizás bailaríamos cuando las miradas se encuentren.
Si las miradas hablaran,
no tendría que decirte que me fascinas.
Si las miradas tocaran,
ya te habría abrazado,
y me hubiera vuelto loca entre tu piel.
Si las miradas alimentaran,
ya te hubiera saboreado entre sudor y las sabanas.
Si las miradas hicieran muchas cosas,
ya hubiera comprendido muchas otras.
Elizabeth Cubillo M.

¿A dónde ibas?

Y la noche dejaba de latir,
el frío prevalecía,
el cuerpo temblaba y se estremecía,
entre la neblina y la oscuridad,
que se filtraba por la ventana.
Los ojos a medio abrir,
el alma regresaba a su hogar,
el cuerpo.
Se presentaba cálido,
invitándole a regresar.
Luego de una noche de danzar
entre el libertinaje de la oscuridad
y el encuentro con sus similares,
viajando sin rumbo y sin un recuerdo.
¿A dónde ibas le pregunto con miedo?
Que perdías la noción del tiempo
y olvidabas lo que hacías.
Regresaba a su hogar y al despertar
una sonrisa acompañaba a la luz del día,
sin una respuesta, el silencio perduro,
con un brillo en la mirada picara y viva.
Elizabeth Cubillo M.

Bosque

Camino en un bosque,
lejos de un sueño,
lejos de una esperanza,
lejos de una realidad,
perdida entre árboles,
posibles caminos
y un sin fin de pensamientos,
que gritan por un deseo.
Escapar y no sentirse aturdido
en una realidad.
Elizabeth Cubillo M.

Hola Lector

Hola lector, desde hace par de meses me e preguntado. ¿Por qué me lees?

Y créanme, la curiosidad no a sido ajena a mí realmente.

A pesar de que tengo una ortografía que da miedo e ido mejorando o eso creo. E visto comentarios de muchas personas que se identifican con lo que escribo, y es realmente agradable ver esos comentarios de gente que incluso aprecio o le tengo mucho respeto.

El Blogg, realmente al inicio no era algo constante, me ensimismaba y las ideas junto con los pensamientos quedaban en el aire y a como venían se iban.
Pero por cosas de la vida, mis letras empezaron a tener un nombre y un apellido, el tiempo paso y simplemente dejo de ser. (Pueden ver mis etapas romanticismo, confusión, dolor, despecho, calor jaja).

Aunque muchas de mis letras aún tienen ese nombre, quizás por ideas que siguen ahí sin tener una respuesta, situación que entre seres humanos me parece normal (si comemos mierda en algún momento), e tratado de cambiar un poco mi estado de ánimo en vista de que escribo acorde a como me sienta, vea o escuche, donde tengo mis momentos de gloria y suena todo bonito y queda hasta lindo (o eso me parece a mí), algunas veces, si admito redundo demasiado sobre ciertas cosas, pero son las que en ese momento se dan. (varas de loca, pero si analizamos un poco más, a mi parecer, todos tenemos algo de locos y la cordura la encontramos cuando la necesitamos).

Espero este año crecer bastante, mejorando mi ortografía y motivando la lectura para que vayan de la mano. (hago un esfuerzo sobre humano, en vista de que no acostumbro a leer).

Agradecerles a todos los que me leen, (uff) es bien agradable ver que en ciertos países es constante la lectura, aunque para serles bien sincera, desearía que de uno de esos fuera constante, pero ni modo c'est la vie!, igual me agrada muchísimo ver que tu lector te das un paseo por este Blogg Fête que para mi su significado "Fiesta" es un festín de sentimientos, que muchos llegamos a sentir, tal vez no tan intenso o de la misma forma, pero si sabemos comprenderlos.

Y sin miedo comente comente jajaja ¿por qué me lee?. Soy bien curiosa, pregunto desde cositas chiquitas, tontas, estúpidas, y saber cuanta animalada se me ocurra (si salgo con domingo 7 de vez en cuando). Pero así soy y feliz de serlo.

Para terminar y no aburrirlos con tanta hablada y letra, que quizás sólo yo entienda :D, muchas gracias, por leer y por ser parte del festín, ya que en cada letra dejo un poco de mis sentimientos y pensamientos que son lo que he sido y soy ahora.

Elizabeth Cubillo M.

Viaje

Soy esclava de un sentimiento,
hoy te vi,
y todo se torno blanco,
sólo tu existías en mi pensamiento.
Viaje por unos instantes,
y estabas ahí,
con aquella sonrisa,
y esa mirada tan penetrante,
que hacia acelerar el palpitar.
Momentos para guardar,
y lograr enloquecer,
con lo que eres,
y poder soñar,
con lo que puedes ser.
Elizabeth Cubillo M.

Un Día

Estaba tendida en la cama,
viniste buscando mi calor,
rosando tiernamente el cuerpo,
con tu cuerpo.
Tan dulce,
tan inocente,
tan pícaro,
tan secreto y recatado.
Una conexión de miradas,
un beso.
Todo se volvió felicidad por unos instantes.
Tu cuerpo,
tu olor,
como dejar ir ese sentimiento,
cuando quiero mantenerlo,
tan libre y vivaz.
Elizabeth Cubillo M.

Es momento

Hoy,
luego de un año y poco más,
puedo decirte adiós.
Me ha tomado mucho tiempo superarte,
pero es el momento,
momento de soltarte al fin,
momento de lograr mirar atrás,
y ver que todo es un simple recuerdo,
momento de presionar el botón de apagado,
momento de que vuelva a sonreír,
momento de caminar sin ti.
Mi corazón estará marcado,
pero ya no más con un sentimiento.
Hoy late,
y me hace sonreír,
lo que la vida trae ahora para mi,
genera ese sentimiento y expresión.
Hoy,
es momento de darte las gracias,
pues de ti aprendí muchísimo,
y seguramente seguiré aprendiendo,
pero ahora mirándote de otra manera.
Hoy,
puedo caminar tranquila,
sin lagrimas en el rostro,
y sin un corazón roto.
Elizabeth Cubillo M.

Sonrisa

Con una sonrisa tonta,
logras encontrarme.
Con una mirada de lujuria,
logras sonrojarme.
Con un espíritu de deseo,
logras enloquecerme.
Como no sentirse atraída,
con el olor,
los colores,
las miradas,
si haces que me estremezca.
Elizabeth Cubillo M.

¿Cómo?

Sin importar el pasado, presente o futuro,
el corazón sigue teniendo tu nombre.
En mis pensamientos sigues existiendo,
en mis sueños sigues apareciendo.
¿Cómo explicarle a la razón?
Lo que no se deja de sentir.
¿Cómo dejar de sentir?
Cuando el sentimiento es profundo,
cuando aún tienes preguntas.
¿Cómo dejarte atrás?
Cuando aún se ama.
Elizabeth Cubillo M.

No todo es amor y felicidad

Trate de hacerle daño al corazón,
arrancándolo, pisoteándolo.
Buscando una manera de que dejara de sentir.
Por más que intentara,
buscando a otra persona,
buscando un nuevo sentimiento.
Sigues ahí tan adentro,
como si nada hubiera pasado.
Atado a ti,
sumergiéndose en tristeza,
cuando hace a buscarte
y ya no te encuentra.
¿Lograre olvidarte?
Aún no tengo respuesta,
pero aún sigo intentando,
pues no se puede vivir de un pasado.
Y el ahora, no existe una posibilidad.
Ahora y mañana, sólo me seguirán
recuerdos que marcaran lo que soy y seré.
Elizabeth Cubillo M.

14

Deje de correr,
cuando te encontré en mi camino.
Deje que la lluvia mojara el cuerpo,
la mente y el corazón.
Ya no tenía que huir.
El cielo, el pensamiento y el sentimiento
se despejaron,
dejando que las estrellas brillaran más,
y me guiaran hasta dónde estabas.
Los sueños regresan,
el latido se vuelve más fuerte,
el camino vuelve a teñirse de colores,
el corazón se vuelve a olvidar de la razón.
Y hoy vuelve a ser una fecha especial.
Feliz día a ti,
que te adueñaste de lo que soy.
Elizabeth Cubillo M.

Mezcla

Que sople el viento,
y se lleve mi alma,
para que navegue con la tuya,
entre torrentes de aire.
Deja que el cuerpo sienta el rozar de ambas.
Que al cerrar los ojos,
el calor invada,
el recuerdo llene la memoria con tu rostro,
que sonríen al verse,
al mezclar de ambos,
al convertirse en uno sólo.
Elizabeth Cubillo M.

Ya no existe dolor

El corazón aún hoy,
sigue tratando de engañar al pensamiento.
Ya no existe dolor,
pero la soledad reina.
¿Cómo volver a sentir?
¿Cómo volver amar?
Cuando aún estas ahí dentro,
y las heridas siguen sanando.
A sabiendas de que no habrá esperanzas,
de que tu corazón otro nombre tiene.
Trato de sonreír,
trato de seguir olvidando,
y de que todo sea indiferente.
Todo pasa,
y acá sigo dejando un pasado.
Siento calma,
y me alegra ver que estas feliz.
Más egoísta no puedo ser.
Ya no existe dolor,
pues la resignación gano la batalla
y la conquista.
Ya el pasado no existe,
sólo el vago recuerdo,
de lo que fue y dejo de ser.
Elizabeth Cubillo M.

Recuerdos de un sueño

La noche bañaba con frío,
a medio despertar,
el cuerpo sólo pedía descansar.
Los parpados pesados,
el cuerpo cansado
y el deseo de dormir.
Entregue el cuerpo y pensamiento a Morfeo.
Un sueño vino,
extraño,
pues a como llegan los sueños igual se van,
sin dejar un rastro,
pero una visita vino en sueños
y con él su recuerdo al despertar.
Agradable pero confuso,
con intentos de aceptación,
pero con un tierno rechazo.
Una despedida,
con tierno rozar de piel,
manos tomadas,
y miles de sentimientos,
siendo confuso todo,
aún en sueños sigue siendo
como la realidad,
imposible.
Elizabeth Cubillo M.

No me dejes ir

Tómame en tus brazos
que la noche es larga
y el deseo arde en cada tracto de mi piel.

Tómame sin pedir permiso,
sin mencionar palabra,
sólo tómame.

Haz que sienta en ti el deseo perpetuo de tenerme.
Tómame que irme no cuesta nada.
Un par de lágrimas... Una herida más al corazón.

Jorge Alfaro.

Melodía

El sonido logra relajar,
una y otra vez la misma melodía,
recorriendo cada uno de los sentidos.
Haciendo despegar entre ideas, sueños y regocijo.
Cierro los ojos y mi cuerpo se vuelve inerte,
el alma encuentra un camino en movimientos,
como bailando entre cada sonido,
calma, placer y una simple felicidad,
la ansiedad queda atrás.
Sólo existe la imaginación de ese pensamiento de libertad.
Elizabeth Cubillo M.

Sólo un día

Hoy no tengo mente,
sólo un corazón que me guía hacia donde estas.
Hoy, sólo es un adorno y el otro una pasión
de lo oculto que me haces sentir.
Hoy quiero correr hasta donde estas,
dejar la razón perdida y
el sentimiento en mis manos,
para luego abrazarte
y darte todo lo que llevo en ellas.
Hoy quiero amanecer entre tus brazos
y soñar en tu cama.
Hoy quiero sentir pasión y darte amor.
Hoy quiero vivir intensamente y sonreír al verte.
Hoy quiero perderme entre tus ojos y sentirte mío.
Sólo un día para llenarme de ti,
y guardarte en lo más profundo de mi ser.
Elizabeth Cubillo M.

Déjalo Fluir

Respire fuerte,
a mis sentidos llegó el olor de tu perfume,
de tu cuerpo mezclado con el mío.
Logrando estremecer mi cuerpo,
mis pensamientos.
Que llegué la hora de encontrarte y sentir,
estrellar y dejar fluir,
lo que haces a mis emociones.
Quizás loca por tu espíritu, por tu ser,
obsesionada, desquiciada por todo lo que formas.
Junto a ti,
un sin fin de sentimientos,
sensaciones y liberaciones a mi alma,
que gritan por ti.
Elizabeth Cubillo M.

Libre de pudor

Movimientos rápidos,
pegajosos y sudorosos,
con sabor a placer.
Los gritos eran el compás de los cuerpos
y la música para el ambiente.
Respiraba deseo y sudaba sexo.
Eso provocas en mis mañanas, tardes y noches carnales.
Un respiro a la libertad del cuerpo y alma,
que gritan con afán el regocijo de ambos,
sólo déjame acabar y lograr que acabes,
que esa será la pasión y el deleite
para convertirnos en uno solo.
Elizabeth Cubillo M.

Tentación

Ojos grandes cafés,
labios carnosos,
solo verte generan un sin fin de sensaciones.
Rozar tu piel,
hace que acaloren los cuerpos y el pensamiento.
Mordisqueando el labio,
de pensar como entras en mi ser,
haciendo sentir lo carnal del cuerpo,
y que vuelve a florecer el deseo.
Estas ahí, estoy aquí tentados por los cuerpos,
que simplemente quieren comerse, tocarse, lamerse.
Caricias disimuladas vienen y van,
el calor recorre a los sexos.
Miles de pensamientos invadieron,
el momento con un par de miradas y sonrisas picaras.
Deja de pensar,
y dejemos que los cuerpos escriban lo que pensamiento quiere escribir y sentir.
Elizabeth Cubillo M.

Carrera

Siempre te voy amar,
de eso no tendré duda nunca.
Pero el tiempo hará que deje un poco de ese sentimiento.
Haciendo que le conserve en algún lugar del corazón.
Siendo esa persona que quise conmigo,
pero nunca sería como lo imaginaría.
No llene las expectativas,
la confianza nunca fue la ideal,
no tapemos el sol con un dedo,
no podría darte eso que necesitabas,
y ahora si todo va como pienso,
existe quien pueda ocupar ese lugar,
que en algún momento ocupe, sin merecer.
Busca buenos, agradables y reales momentos.
Esos ganaran la carrera.
que no tuve oportunidad de ganar,
y tal vez, no debí correr.
Corre sin mirar atrás, que es el momento y la hora
de mirar adelante,
sin nada que le detenga.
Los corazones sanaran y el tiempo nos alejara,
ahora debemos ser egoístas y olvidar un sentimiento.
Elizabeth Cubillo M.

Templo

El silencio de la sala nos hace atraer,
una mirada intensa,
una sonrisa tímida,
se acercan los cuerpos,
el morbo del pensamiento vuela,
nos volvemos a encontrar pero ahora,
arañando, mordiendo
sintiendo la frescura del cuerpo.
Toma el control,
contrólame,
ser sometido suele ser agradable.
Arranca las prendas,
acaríciame con las fuertes manos,
que éxtasis no solo sea de cuerpo,
que la mente invada más allá,
que los movimientos sean agradables,
placenteros.
Que el silencio termine con el jadear de nuestras bocas,
y el agitar de la respiración.
Manos, labios, pechos, espalda, piernas,
recorre el templo que la puerta está abierta.
Elizabeth Cubillo M.

Paseo

Tómame de la mano,
muéstrame el camino,
guíame hasta donde el cielo se vea despejado.
Donde las estrellas nos invadan,
y tu sonrisa sea parte del paisaje.
Abrázame,
que quiero abrigarme con tu cuerpo,
escuchar tus latidos y respiración,
sentir tu agradable cuerpo,
ver esa cara de niño
que me derrite y hace alucinar.
Llévame de paseo,
que es lo que más quiero,
sentir tu cariño,
y esa felicidad que sólo tu sabes dar.
Elizabeth Cubillo M.

Baile de Placer

Mi cuerpo tiene sed,
desea rosar con el tuyo.
Movimientos estremecedores, suaves, rudos,
acompañados de sudor, placer.
Sólo quiere quitar las ataduras,
sentir, enloquecer.
Esa fue la imagen al lograr sentirte,
mientras bailábamos,
mientras la ropa estorbaba y los otros nos veían.
Que nuestras miradas hablen entre el bullicio de la música,
que la calidez de tus labios carnosos,
penetren hasta lo más profundo de mi ser.
Que mi alma sienta la pasión desenfrenada del instante,
sin nada que le detenga, sólo siendo lo que es.
Tócame sin miedo,
y arranca las prendas con una mirada desgarradora,
que hoy sólo quiero ser deseada y desear mientras bailamos.
Elizabeth Cubillo M.

Mención

Esa mención sólo tú podrás tenerla.
No tendría corazón
para llamarle a otro como te decía a ti.
Más si fuera así,
¿qué recuerdos tendría?,
nuevos o sería parte de un fantasma del pasado,
que sólo tiene tu nombre impregnado.
Quizás idea estúpida,
pero ese es el sentir de mi tonto corazón.
Elizabeth Cubillo M.

Dibujo

Con el lienzo,
dibujaba lo que lograba recordar.
Ojos grandes, negros
y aquella sonrisa picara.
Cerrar los ojos bastaba para lograr dibujarte,
con gran facilidad.
El tiempo pasa,
sentimientos quedan atrás.
Un nuevo trazo queda en mente
y con el un nuevo dibujo,
uno sin rostro,
sólo un camino el cual seguir.
Elizabeth Cubillo M.

Las Hadas Pueden Ser Parte de la Realidad

Que sea como un cuento de hadas,
pero pintado en una realidad.
Felicidad al inicio,
quizás tormenta
para lograr un poco de drama,
al camino que emprende.
Y el final,
un destello de amor,
alegría y corazones llenos de regocijo.
Uno que sea inimaginable,
con sorpresas agradables,
cosas buenas,
y en todo el recorrido,
una mente positiva
ante todo lo que se presente.
Elizabeth Cubillo M.